Estimados padres de familia y estudiantes,
Cuando se habla de resignificación personal, se hace referencia a aquellas estrategias de afrontamiento que debemos adquirir para poder ver como posibilidad todas las cosas que nos ocurren, sean éstas, buenas o no tan agradables, pero que finalmente, están acompañadas de un gran aprendizaje. Es por ello que a continuación, se relacionan algunas herramientas que se pueden poner en práctica, para ayudar a los hijos en los momentos de tener que afrontar las dificultades que se les pueden presentar, de forma oportuna.
Los niños y niñas continuamente están deseosos de
conseguir aquello que les es agradable, que los motive, esto no es un problema,
la dificultad radica en las reacciones de los padres y madres ante estas
peticiones, es decir, cómo se ajustan los deseos a la realidad, para que los
hijos e hijas aprendan a generar expectativas adecuadas.
La frustración es una respuesta adaptativa cuando se percibe que la situación desborda, es inesperada, no se controla; cuando pierde ese control, surge la frustración como mecanismo de recuperación de ese bienestar. Por lo cual, es fundamental aprender a tolerar esa frustración, a darle la bienvenida y abordarla con sabiduría para sentirse bien de nuevo, o incluso, mejor que antes, ya que se ha aprendido a afrontar con cierto éxito las dificultades y problemas de la vida.
De acuerdo con lo anterior, cada persona posee un
grado diferente de tolerancia a la frustración dependiendo de su historia de
aprendizaje previa y el objetivo como padres es ayudar a los niños, niñas y adolescentes
a conocer bien sus recursos, a aceptar sus posibilidades y limitaciones, así
como ajustar bien sus expectativas para poder sortear las adversidades.
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