jueves, 11 de junio de 2020

ORANDO EN FAMILIA

Estimados padres de familia y estudiantes,

HOY ES JUEVES DE REFLEXIÓN EN FAMILIA

La oración puede ayudar a la familia a resistir las tentaciones y, por medio de ella, se puede recibir la fuerza y la habilidad que se necesita, para superar más eficazmente los problemas.

En calidad de padres de familia, es importante dar el ejemplo, así como hacer la invitación a todos los integrantes a dedicar unos minutos para orar, lo cual requiere, en primer lugar, enseñar cómo hacer una oración. En Doctrina y Convenios se manda a los padres y madres que enseñen a sus hijos a orar (véase D. y C. 68:28). La mejor manera de enseñar este principio es por medio del ejemplo; si los padres hacen el esfuerzo de orar, los hijos aprenderán la importancia de elevar una oración y de esta manera, lo pondrán en práctica en su vida.

El guiar y enseñar a los hijos son deberes que todos los padres tienen. Para que la oración familiar sea eficaz en el hogar, se propone establecer momentos específicos para efectuarla. No es necesario hacer oraciones largas; de hecho, las oraciones cortas animan a los niños a orar, porque generalmente las de ellos son muy cortas.

La oración familiar es un paso más en el camino a la formación de un hogar celestial. El presidente Spencer W. Kimball dijo: “Cuando nos arrodillamos para tener la oración familiar, nuestros hijos… están aprendiendo hábitos que perdurarán con ellos toda su vida. Si no oramos es como decir a nuestros hijos: ‘Pues, al cabo no es muy importante’… Por otra parte, ¡cuán gozoso es poder establecer estas costumbres y hábitos en el hogar, de modo que cuando los padres visitan a sus hijos en las casas de éstos… después que se han casado, se arrodillan naturalmente con ellos en la manera acostumbrada y establecida de la oración!” (El Milagro del Perdón, pág. 259).

Ahora...








Que la Sagrada Familia de Nazaret, bendiga cada uno de sus hogares.  

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