miércoles, 5 de agosto de 2020

IMPORTANCIA DE LA VALIDANCIÓN EMOCIONAL EN LA COMUNICACIÓN CON LOS HIJOS/AS

Estimados padres de familia,

Validar las emociones de los menores nos permite estar en contacto con nuestros hijos o educandos, hacer que se sientan comprendidos, escuchados y seguros, y a que aprendan a gestionar sus emociones más desagradables y a expresarlas adecuadamente. Validar es aceptar lo que la otra persona está sintiendo aunque no estemos de acuerdo.

La validación emocional es una habilidad que permite mejorar la relación con los hijos, ya que ellos al sentirse escuchados, entendidos y aceptados, sabrán que pueden contar con el apoyo de quienes son su figura de referencia.

Así mismo, cuando un niño o adolescente puede expresar su rabia, frustración, tristeza o enfado, estando en compañía de un adulto que lo valide emocionalmente, le está brindando la seguridad que todo ser humano necesita en esos momentos difíciles.  Una persona validada, es alguien que siente la confianza de poder expresar quien es y como se siente sin temor a ser juzgado.

De acuerdo con lo anterior, la validación emocional es una idea simple pero poderosa; en la superficie este es un concepto sencillo. La idea no suena muy complicada o nueva para llevar a cabo en la difícil tarea de la paternidad, pero a veces las ideas más poderosas y que son las más simples, son las más difíciles de llevar a la práctica. 

Finalmente tenga presente que esta habilidad atiende a todas las edades y es relevante en las situaciones más complejas.

Es relevante aclarar que no se deben ignorar las emociones, pero tampoco debemos dejarnos arrastrar constantemente por ellas. En su lugar, abogo por una concienciación de las emociones y su correcto manejo. No debemos olvidar que las emociones son imprescindibles para la supervivencia y nos aportan una información valiosísima sobre nosotros mismos y el entorno en el que nos encontramos

Consecuencias de no validar las emociones de los niños

Al negar las emociones, el niño, niña o adolescente quedará afectado su desarrollo emocional, no se sentirá comprendido ni seguro, crecerá con una autoestima baja, reprimirá sus emociones y se le estará privando el poseer las herramientas y recursos para afrontar sus emociones y no ser un esclavo de ellas.

Al principio puede ser costoso porqué se llegan a negar esas emociones de forma inconscientes, pero para educar hay que aprender también.

¿Que no es validación emocional?

Con frecuencia, se confunde el concepto de validación con otras respuestas o formas de comunicación como enseñar, informar, alentar, distraer o resolver los problemas, pero no lo son. La validación significa escuchar sinceramente, el significado que la otra persona le da a sus emociones,

Cuando un niño llora, siempre, es por un motivo válido desde su punto de vista, desde su vivencia interior. Se sepa o no dicho motivo,  se comprenda o no, se acepte o no, desde la mirada adulta se puede pensar que “eso” no es importante o que quizás el niño reacciona desproporcionadamente. Ese es el juicio del adulto, padre o cuidador, pero lo importante es darle voz al que lo está experimentando, en este caso al hijo.

Por otro lado, tampoco se trata de dejar que los niños o adolescentes hagan lo que quieran, validar no significa falta de: disciplina, límites o responsabilidades. Validar el sentimiento o pensamiento no significa aceptar la acción inadecuada, tener la emoción es normal, pero actuar sobre las emociones de una manera destructiva no es aceptable y tiene consecuencias.

Niveles de validación emocional

Cada uno de los niveles que a continuación se van a presentar, son independientes de cada uno, ningún nivel se debe considerar superior o por encima del otro.

Nivel 1: Mostrar interés y estar presente

Estar presente significa prestar atención a lo que el niño, niña o adolescente está haciendo o diciendo. Estar físicamente no es suficiente, se debe estar emocional y cognitivamente presente

Nivel 2: Reflejar con precisión

Resuma o parafraseé lo que el niño, niña o adolescente le está diciendo, ya que, por un lado, esto le permite a el/ella realizar confirmación de su experiencia interna y por el otro se está haciendo evidente que la persona a quien le está contando su emoción o sentimiento lo está entendiendo.

Los niños y a veces los adultos, no saben lo que sienten. Ayudar a los hijos a etiquetar sus emociones con precisión es una forma de validación, ya que ellos al reconocer lo que están experimentando, tendrán más control sobre lo que van a realizar a continuación.

Se pueden utilizar expresiones como “Veo que estás enfadado por qué querías estar más tiempo en el parque”, “Te entiendo, es normal estar triste por tener que irte de un sitio donde te lo estás pasando bien”.

Nivel 3: “Leer la mente”

Algunas veces adivinar los sentimientos que tiene el niño, niña o adolescente puede ser valioso. Por ejemplo, si percibe que él/ ella está enojado, es importante preguntarle si su emoción coincide con su expresión. Pregúntele si así es como se siente.

Este nivel lo puede ayudar a él /ella a identificar con más precisión la emoción que está experimentando.

Se debe tener cuidado con no asumir a partir de suposiciones que se tienen. Esa es una especulación que se debe confirmar por medio de la comunicación

Nivel 4: Tener en cuenta eventos pasados al momento de validar

A veces, el comportamiento es comprensible y normal, solo cuando de considera lo que sucedió en el pasado, Por ejemplo, un niño grita al ver un pájaro puede parecer ilógico, a menor que se sepa que unos meses atrás fue atacado por un pájaro,

Una vez se considera ese evento pasado, su comportamiento presente tiene sentido

Nivel 5: Normalizar o validar la emoción

En este nivel se le permite al niño, niña o adolescente reconocer que lo que está sintiendo es normal. Es importante, orientarlo que identifique que las emociones hacen parte del ser humano y que es normal sentirse de cierta forma frente a determinada situación. Por ejemplo, es normal estar triste porque otro niño ya no quiere ser su amigo.

Nivel 6: Autenticidad genuina

Muchas veces no se puede saber o entender exactamente lo que está sintiendo otra persona. Pero, en algún momento se han tenido experiencias “similares” que permiten reconocer como se debe estar sintiendo alguien más.

Permitirse ser vulnerable frente al hijo, le ayudará a hablar con el/ella sobre verdades y experiencias que pueden ser difíciles de discutir. Demostrar lo que como adulto se está sintiendo, no le va a restar autoridad frente a su hijo, por el contrario, lo hará más humano.    

Si desean conocer más sobre la importancia de la validación emocional, los invitamos a que lean el documento publicado el 15 de julio, titulada “ validación emocional de grandes y chicos”   

Que la Sagrada Familia de Nazaret, bendiga cada uno de sus hogares. 

Elaborado por Daniela Hernández (Psicóloga)

Tomado de Hall, K., & Cook, M. (2011). The power of validation: Arming your child against bullying, peer pressure, addiction, self-harm, and out-of-control emotions. New Harbinger Publications

https://yvonnelaborda.com/autoestima-y-seguridad-psicologica/

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